Esculturas de Colombia: Las Gatas del Río: Un Ícono Cultural y Artístico de Cali

Las Gatas del Río: Un Ícono Cultural y Artístico de Cali

Material: Fibra de vidrio principalmente

Escultor: Alejandro Valencia Tejada, con intervención de diversos artistas (ver cada escultura)

Inauguración: 2006

Las Gatas del Río de Cali, Colombia, son mucho más que simples esculturas: representan un proyecto artístico y cultural que ha marcado profundamente la identidad de la ciudad. Este conjunto de estatuas, que incluye a las emblemáticas Gatas y al Gato del Río original, ha transformado el paisaje urbano de la capital del Valle del Cauca. Estas obras de arte público, que han sido intervenidas por varios artistas locales y nacionales, no solo adornan la ciudad, sino que también cuentan la historia de un amor simbólico entre el Gato del Río y sus nuevas compañeras felinas, las Gatas del Río.

El gato del río - Acercamiento de la cara y del ave en su cola
Escultor: Hernando Tejada

El proyecto fue iniciado por la Cámara de Comercio de Cali, con la finalidad de recuperar y enriquecer el monumento original Gato del Río (realizado por Hernando Tejada en 1996) y revitalizar la zona circundante, especialmente las áreas adyacentes a la orilla del río Cali. De esta forma, se generó un interesante vínculo entre la escultura original y las nuevas 16 Gatas, un proyecto que, con los años, ha trascendido lo artístico para convertirse en una pieza clave de la cultura caleña.

Orígenes y Contexto del Proyecto

La historia de las Gatas del Río se remonta a 2003, cuando el reconocido escultor Hernando Tejada, junto con su sobrino, Alejandro Valencia, comenzó a gestar la idea de expandir su famoso Gato del Río. Tejada, conocido por su habilidad para combinar arte y naturaleza, imaginó un conjunto de felinas en diversas posturas que habitarían las principales avenidas de Cali, particularmente la Calle 5, un eje vial muy transitado, que conecta diferentes puntos neurálgicos de la ciudad.

La Calle 5 es emblemática no solo por su ubicación, sino también por su dinamismo. Repleta de comercios, restaurantes y vida urbana, la calle constituye un lugar perfecto para que las esculturas se integraran al día a día de los caleños. Tejada, un firme creyente del poder del arte público, veía estas esculturas como una forma de crear una conexión simbólica y física entre los ciudadanos y su entorno, uniendo el espacio urbano con el arte.

Proceso Creativo y Materialización de las Esculturas

El trabajo para materializar las Gatas del Río fue largo y detallado. Alejandro Valencia Tejada, sobrino de Hernando Tejada, fue el encargado de dirigir el proceso. Con formación en cerámica y fundición, Valencia aplicó técnicas avanzadas como la fundición a la arena y a la cera perdida para dar forma a las esculturas. Las figuras fueron inicialmente modeladas en su taller y posteriormente reproducidas en fibra de vidrio por el fundidor Wilmer Ramírez, quien jugó un rol crucial en la creación de cada gata y en el contacto con los diversos artistas que, con su talento y creatividad, transformaron estas piezas en auténticas obras de arte.

La Competencia "La Novia del Gato" y la Exhibición Pública

En los primeros años, el proyecto incluyó concursos y actividades que involucraron activamente a la comunidad local. Entre ellos, uno de los más destacados fue el concurso La Novia del Gato, una votación popular para elegir a la gata más apreciada. Además, los organizadores convocaron a la participación del público en concursos como La mejor carta de amor al gato o El mejor cuento infantil que narre la historia de amor entre la pareja gatuna, lo que generó un vínculo emocional y simbólico entre las esculturas y los caleños.

Antes de ubicarse de manera definitiva a lo largo de la Calle 5, las Gatas fueron exhibidas en varias zonas de la ciudad. En ese proceso, también se integraron nuevas esculturas, ampliando así el conjunto original de 16 gatas.

La Inauguración y el Impacto Cultural

Finalmente, en 2013, después de más de una década de trabajo, las Gatas del Río fueron inauguradas oficialmente. En este evento, no solo se celebró el arte y la creatividad, sino también la conexión emocional que las figuras crearon con la comunidad local. Las estatuas de gatos, que varían en tamaño y en sus formas, rápidamente conquistaron la atención tanto de los caleños como de los turistas. Cada gata tiene su propio carácter, reflejando una diversidad de estilos, desde lo clásico hasta lo contemporáneo, lo que las hace únicas y atractivas a los ojos de quienes las observan.

Las Gatas del Río: Un Símbolo de Identidad y Orgullo

El éxito de las Gatas del Río se debe a su inconfundible estilo artístico, que ha logrado mezclar el simbolismo local con una estética moderna. Las esculturas no solo han transformado la Calle 5 en una galería de arte al aire libre, sino que también han sido un símbolo de la identidad caleña. A través de las Gatas, los ciudadanos de Cali se han apropiado de estas figuras, que ahora forman parte de la memoria colectiva de la ciudad.

Además de su valor artístico, las Gatas del Río han tenido un impacto significativo en el turismo de Cali. Los turistas, tanto nacionales como internacionales, visitan la ciudad con el objetivo de ver estas estatuas y tomar fotografías con ellas. Este flujo de visitantes ha beneficiado a los comercios locales, restaurantes y servicios turísticos, generando un importante movimiento económico para la ciudad.

Intervenciones Artísticas y Actividades Culturales

Las Gatas del Río no solo han tenido un impacto visual, sino que también han inspirado actividades culturales que refuerzan el lazo entre el arte y la comunidad. En varias ocasiones, las esculturas han sido vestidas con accesorios y trajes temáticos, como bufandas, sombreros o incluso prendas tradicionales, convirtiéndose en el centro de eventos artísticos y festividades. Estas intervenciones no solo brindan un aire de frescura y dinamismo, sino que refuerzan la interacción del público con las esculturas, promoviendo la participación activa de la comunidad.

Impacto Social y Controversias

Sin embargo, el proyecto no ha estado exento de controversias. Las Gatas del Río han sido objeto de discusiones sobre su conservación y su ubicación, especialmente cuando se han presentado proyectos urbanos que amenazan con reubicarlas o moverlas de su lugar original. La necesidad de preservar el patrimonio artístico de la ciudad ha generado un debate sobre el futuro de las esculturas, aunque la comunidad caleña sigue defendiendo su permanencia en el espacio público.

El Legado y Futuro de las Gatas del Río

A pesar de estos desafíos, las Gatas del Río continúan siendo un referente cultural de Cali. El proyecto ha demostrado el poder del arte público para fortalecer la identidad local y crear un espacio de conexión entre las personas y su entorno urbano. El legado de las Gatas va más allá de su presencia física en las calles de la ciudad; es un testamento de cómo el arte puede enriquecer el espacio público y mejorar la calidad de vida urbana.

Alejandro Valencia y la Conservación del Patrimonio Artístico

Es importante resaltar que, además de su trabajo en las Gatas del Río, Alejandro Valencia ha jugado un papel crucial en la conservación y restauración del patrimonio artístico de la ciudad. Ha estado involucrado en la restauración de importantes murales y monumentos de Hernando Tejada, como los murales de la Telefónica de San Fernando y la Estación del Ferrocarril, así como la Planta de Acueducto de Lucy Tejada. También ha gestionado el proceso para que el Centro Cultural de Pereira lleve el nombre de la destacada artista Lucy Tejada, consolidando su rol como guardián del legado artístico de la región.

Conclusión

Las Gatas del Río son, sin duda, un ejemplo de cómo el arte público puede transformar una ciudad, promoviendo no solo el turismo y la economía, sino también un sentido de pertenencia y orgullo en la comunidad. A través de la visión de Hernando Tejada, Alejandro Valencia y los diversos artistas que han intervenido las esculturas, Cali ha encontrado una nueva forma de expresión artística que, con el paso de los años, se ha consolidado como uno de sus mayores símbolos culturales. Este proyecto ha dejado una huella indeleble en la ciudad, mostrando el poder del arte para conectar a las personas con su historia y su entorno, y garantizando que las Gatas del Río sigan siendo un emblema vivo de la creatividad y el espíritu caleño.

Referencias:

Bernal Tobón, L. (1996-2014). Fotografías de Las Gatas del Río.
Cámara de Comercio de Cali. (2006). Gatas del Río: Un Proyecto de Arte Público.
Valencia, A. (2014). Restauración del Patrimonio Artístico de Cali.

3 de julio de 1996